Y he llegado a la conclusión de que imposibles sólo existen en la cabeza.

Yo empecé a soñar bebiendo letras, y ahora, no tengo límites.

Encerrada.

Y vi una gota tras otra golpear la ventana de mi habitación en la que me apoyaba admirando la lluvia.Oí un ruido en la planta baja, miré hacia mi puerta, se mantenía bien cerrada. Desvié la mirada de nuevo hacia la monotonía de lluvia que había tras mi cristal protector, las gotas corrían por él haciendo carreras, recuerdo jugar a ver cuál de ellas ganaba, de hecho, todo hemos jugado a eso alguna vez.
Me levanté de mi banco de observación, me tumbé en la cama y esperé a que mi hermano mayor, con sus habituales pisotones llegara a mi habitación. 
Mientras miraba el techo blanco impoluto, oí el ruido de la puerta de mi habitación al abrirse, un par de pisadas y alguien que se sentaba en la cama,  me incorporé y esperé a que una lluvia de gotas me impregnara la cara, se giró hacia mí:
-¿Sigues enfadada hermanita?- me giré con cara rara y vi esa sonrisa suya y su carita dulce, parecía un perrito.
-Hueles a chucho mojado, sal de mi habitación, si eso, te perdono más tarde.
-Hoy viene Marc a jugar a la play- salió del cuarto, se giró y me guiñó un ojo.
-Marcos..- suspiré. Comencé a sentir la histeria recorrer mi cuerpo, apreté la cara contra la almohada y grité.
Oí una risa apagada y miré hacia la puerta, ahí se encontraba ese perrito adorable que se hacía pasar por mi hermano. Me levanté y le cerré la puerta en las narices.
Ojos verdes, era lo único en lo que pensaba. Mi perrito blanco y suave entró en mi habitación, habría abierto la puerto mi otro perrito. 
Saltó en mi cama y se acurrucó contra mi, me relajé, lo dejé allí durmiendo y me metí en la ducha, dejé que el agua caliente relajara todos mis músculos, salí me enfundé unos vaqueros y una camiseta. Bajé y cambié la ventana de mi cuarto y el sonido de la lluvia, por la ventana del salón y el sonido del televisor.
-¿Qué enana, emocionada?- en ese momento un cojín enorme y rosa impactó contra su cara.
-¿Quién ta ha dado permiso para hablar?.
Timbre. Pasos.
-¿Qué hay Marc? Pasa.
Y me perdí en ese frondoso bosque en el que me había prohibido volver a entrar

2 comentarios:

Jêv. dijo...

tu blog es taaan bonito *.*

Cassiël dijo...

Ese amor que rebota en las costillas y adormila los nervios de la piel (no hay nada mejor que un corazón bien calentito)

Publicar un comentario